Difícilmente se puede encontrar una recopilación de poesía holandesa que no incluya la canción medieval Egidiuslied[1], Canción de Egidio. Este poema, que fue escrito para ser cantado, es un texto conmovedor sobre una amistad que trasciende la muerte. El poeta que se queda atrás debe continuar cantando una canción de amistad, pero ya no es posible hacerlo de todo corazón pues aún debe experimentar el dolor en el mundo. Consciente de que su amigo Egidius saborea las alegrías de una dicha eterna, el rezagado ofrece un conmovedor relato de su eterna amistad, implorando que guarde un lugar junto a él.
Canción de Egidio
Egidio, ¿a dónde fuiste?
Siento mucho tu ausencia, amigo mío.
Elegiste la muerte, a mí me dejaste vivir.
Tu amistad llegó temprano y tarde,
pero tenía que ser, uno de los dos habría de irse.
Ahora has sido elevado al reino de los cielos,
más brillante que el sol,
y allí todo gozo has recibido.
Egidio, ¿a dónde fuiste?
Siento mucho tu ausencia, amigo mío.
Elegiste la muerte, a mí me dejaste vivir.
Oren por mí ahora, enredado como estoy
en este mundo y su maldad.
Guarda mi lugar a tu lado solo un poco más,
Todavía tengo que cantar, al compás,
hasta la muerte que a todos espera.
Egidio, ¿ a dónde fuiste?
Siento mucho tu ausencia, amigo mío.
Elegiste la muerte, a mí me dejaste vivir.
Tu amistad llegó temprano y tarde,
pero tenía que ser, uno de nosotros hubo de partir.
Más de 600 años después, esta canción sigue siendo igual de relevante para quien hoy busca la verdad. Que entiendas su significado interno.
Fuentes
[1] Egidius Song (Canción de Edigio). Manuscrito Gruuthuse. Brujas, alrededor de 1400[2]