Anhelo de libertad

Podemos entrar en la libertad interior e incluso en la felicidad interior.

Anhelo de libertad

La mayoría de la gente quiere libertad, es parte fundamental de nuestra calidad de vida. Cuanta más libertad pueda disfrutar, mayor es mi bienestar. Uno está feliz porque puede caminar libremente y no está atado a una silla de ruedas. Otro disfruta de la libertad de viajar y otro de estudiar ciencias. Hay muchas maneras de conseguir un cierto espacio, una libertad limitada.

Sin embargo, sigue siendo limitada, vinculada a las condiciones marco en las que vivimos. Sería fantástico si pudiéramos hacer un mayor uso de las oportunidades existentes, como piensa la mayoría de la gente.

Casi todo el mundo está atrapado en su vida cotidiana y sus rutinas, en nuestro sistema económico, con sus presiones, su frenesí, que se hace cada vez más fuerte. Los mayores dicen que “antes las cosas eran diferentes, que la gente tenía más tiempo”. Y mucho antes, en la antigua Grecia, por ejemplo, con sus pensadores y filósofos, se trabajaba cuatro horas al día. Trabajar más de eso, era indecente.

Hoy en día, casi todo el mundo trabaja todo el día y, en la mayoría de los casos, ambos padres. Los niños van a la guardería o a la escuela; los padres los cuidan cuando tienen tiempo. A pesar de la riqueza material, muchos de ellos están atrapados por el miedo, la preocupación y el temor. Y la relajación suele estar en la televisión o en la computadora.

Los medios de comunicación, con sus noticias y su publicidad, unen pensamiento y percepción. Sin que te des cuenta, el espacio para lo propio, para lo individual, es cada vez más pequeño, y el ser humano solo reacciona ante lo que se apodera de él. Incluso las personas inteligentes parlotean sobre las opiniones que han tomado de los medios de comunicación, tienen las emociones alimentadas desde el exterior.

¿Cómo es posible que nuestra consciencia haya llegado a este punto y que hayamos construido prisiones tan fuertes a nuestro alrededor? ¿Fue el orden social o la forma económica? Es un acto colectivo. Estamos estrechamente unidos y juntos recorremos el camino de la humanidad.

Nos dejamos llevar por el entusiasmo, nos dejamos presionar por el miedo… Estamos unidos en un todo. Y, sin cesar, se nos da constantemente la entrada. Así es como somos vividos y no vivimos.

Entonces, ¿cuál es la libertad que tanto anhela nuestro ser más íntimo? ¿Por qué no nos dirigimos interiormente a dónde yacen las raíces de nuestro libre albedrío? Podríamos dejarnos conducir, en plena rendición, a ese camino que nos lleva a nosotros mismos, a una verdadera autonomía interior – a pesar de todas las circunstancias y las distracciones que nos rodean.

Nuestro anhelo de libertad es una señal que nos envía el “reino de la libertad”, una llamada de un “universo espiritual” escondido dentro de nosotros. En nuestro mundo nunca podremos encontrar la verdadera libertad. Nuestro anhelo y el sentido de la falta de realización no cesarán. Pero podemos conectarnos con el reino interior, podemos rendirnos a él y llevar nuestra vida según sus “instrucciones”, que nos llegan a través del corazón.

Si nos aferramos a nuestro ser divino, dejamos ir la libertad del ego y obtenemos la absoluta libertad, una felicidad interior en medio de todas las luchas, en presencia de todas las posibles manipulaciones y dualidad.

ESTE es también el camino de la humanidad. Algunos han de ser los primeros en pisarlo, preceder, abrir el camino.

Sí, es posible entrar en la libertad interior, incluso en la felicidad interior.

 

 

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Fecha: octubre 15, 2019
Autor: Hartmut Huwe
Foto: Pixabay CCO

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