Observar en lugar de reaccionar es muy beneficioso.
Un observador es alguien que mira, que se mantiene a distancia de una situación pero que sigue implicado en ella.
Alguien que no reacciona, que mantiene una actitud neutral, pero que no es indiferente.
Alguien que puede implicarse, pero con compasión.
Un observador es como un transeúnte que mira, ayuda si es necesario, pero sigue adelante.
Un observador mantiene una sensación de tranquilidad, no gasta energía inútilmente reaccionando.
Un observador no toma partido, pero es solidario.
Un observador puede recibir y ofrecer una perspectiva diferente, una dirección alternativa, una visión más clara.
Un observador no juzga, acepta a las personas y las situaciones tal y como son.
Ahora mismo en nuestro planeta todos estamos en situaciones muy exigentes y estresantes.
Ahora mismo en nuestro planeta estamos llamados a ser observadores.
¿Cómo se convierte uno en observador?
Ante todo, ¡obsérvate a ti mismo!