El Alma Hoy

El alma es capaz de acumular una gran tensión. Con un polo puede conectarse firmemente a la tierra y con el otro polo puede anclarse firmemente en el "sin nombre". Es entonces como un árbol arraigado en lo más profundo de la tierra con su copa extendida hacia el cielo.

El Alma Hoy

El alma sobrevive en un mundo inconsciente

Incluso pensar en el alma es como entrar en lo sin nombre. En el mundo moderno, lo sin nombre es una fuerza abstracta que penetra cada vez más en la consciencia de las personas. En la antigüedad, era un mundo mágico e intuitivo que con el comienzo de los tiempos modernos se convirtió en un mundo olvidado e inconsciente.

El desarrollo de una visión científicamente racional de la vida condujo a que lo racionalmente tangible y lo intelectualmente comprensible se convirtieran en el estándar de la verdad. El alma sobrevivió en el reino de las fábulas y los cuentos de hadas, cuyos mundos anímicos se convirtieron en la base de la literatura infantil-juvenil moderna. En la literatura infantil-juvenil alemana, se ha desarrollado en las últimas décadas una forma especial con una mezcla de fantasía, cuentos de hadas y mitos que también les gusta leer a los adultos.

A principios del siglo pasado, la visión mecanicista del mundo, hasta entonces firmemente establecida, racional y con base científica, comenzó a mostrar grietas cada vez mayores. La física, con su concepto de mecánica cuántica, penetró en áreas donde los principios físicos mecanicistas ya no parecían ser aplicables, pues la naturaleza de los quantos resultó ser contradictoria según investigaciones científicas anteriores. La nueva investigación tuvo que aprender el «no solo … sino igualmente» (“Sowohl-als auch”: “ambos-también”). Hubo varios resultados de investigación sobre el mismo tema, todos los cuales, aunque contradictorios, tuvieron que ser reconocidos como correctos uno al lado del otro.

Una psicología en desarrollo penetró en las áreas mentales del ser humano y buscó métodos científicos para abordar las áreas conscientes e inconscientes más allá de la anatomía física. Con el desarrollo de la psicología, la discusión sobre la realidad del alma recibió nuevos impulsos. Desplazó la cuestión de la existencia fundamental del alma en favor de una discusión sobre los métodos de un enfoque objetivo de la forma y el trabajo del alma.

Los fluidos del alma son eléctricos

A principios del siglo pasado, la teósofa Alice Bailey [1] predijo que con el descubrimiento de la electricidad, la discusión sobre el alma y su función entraría en una nueva fase. Para expresarlo con cautela, se puede decir que la electricidad es al menos similar a la «fluidez» del alma. La electricidad es una fuerza central de nuestro mundo moderno. La experimentamos a través de sus efectos, pero ella misma es algo nuevo, abstracto y poco tangible para nosotros. En este sentido se parece a una realidad virtual cuyos efectos a veces son constructivos y que, en el momento siguiente, tendrán un efecto destructivo en los diversos sistemas sociales y comunidades.

Tratar con estas fuerzas eléctricas, este universo digital, hace que la humanidad sea cada vez más sensible. A través de una sensibilidad creciente, el ser humano puede volver a ser más consciente del mundo perdido del alma.

Un nuevo viejo mundo

En el curso del desarrollo de la humanidad, el ser humano ha creado constantemente nuevos espacios para sí mismo. Hoy en día, principalmente se trata de espacios virtuales en los que el sentido del espacio-tiempo cambia por completo. Las experiencias tienden a surgir de dinámicas que son similares a las de los mundos del alma que conocemos de las experiencias oníricas. Experimentamos el impacto de este mundo en nuestra realidad material de una manera particularmente impresionante a través de las redes sociales, en las que estados enteros se ven repentinamente arrastrados a fuertes procesos de cambio a partir de una dinámica de grupo generada virtualmente por personas de ideas afines, tal  como sucedió con la llamada “Primavera árabe”. Pero, incluso,  personas individuales experimentan hostilidad o, en situaciones de catástrofe personal, un gran apoyo.

Una omnipresencia moderna

Como resultado de una orientación muy unilateral, se desarrolla en el ser humano una percepción limitada de la realidad. Al mismo tiempo, experimenta el mundo virtual como una omnipresencia moderna. A través del compromiso con los nuevos espacios virtuales, el sentido de los límites materiales restrictivos se desvanece y la percepción se amplía. La perspectiva limitada, reforzada por una visión mecanicista del mundo en la que la ciencia no veía diferencia entre los engranajes de un reloj y la anatomía de un ser humano, parece estar dando paso lentamente a una nueva visión de la vida. Con el desarrollo de la nueva tecnología eléctrica digital, esta tendencia se está reforzando. Mientras que los espacios virtuales solían ser accesibles solo para personas particularmente sensibles, hoy en día, cualquier persona que pueda utilizar un teléfono inteligente o una computadora, puede acceder a este mundo y debe aceptar sus leyes, incluso aunque no sea capaz de hacerlo conscientemente.

De momento, debido a la falta de profundidad en la percepción, el mundo virtual sigue pareciendo ilimitado, casi eterno. Solo una percepción más profunda hará visibles los límites de este mundo sutil. La discusión sobre el llamado transhumanismo también está sujeta a esta carencia. Intenta superar la mortalidad de la humanidad creando seres híbridos técnico-biológicos o aislando la conciencia para dejarla vivir eternamente después de subirla a una nube.

La siguiente cita se puede encontrar en el archivo en línea de un programa de radiotelevisión bávara: “El ser humano, que se ha desarrollado evolutivamente, es un ser deficiente. Se enferma, se debilita, envejece y muere. Estas deficiencias deben ser superadas con la ayuda de la ciencia y el progreso tecnológico. Esa parece ser la idea central del transhumanismo”. Georg Gasser, Universidad de Augsburgo, (Bayrischer Rundfunk, 02.11.2020, 17:27 Mind Upload: El sueño de la inmortalidad) [2].

Se podría hablar de un “alma digital”  que pretende elevarse a la eternidad. Pero este mundo virtual es eléctrico, es producto de campos generados eléctricamente. Y tal vez esta eternidad termine muy rápido si a alguien se le ocurre desconectar y dejar sin energía a la “nube”.

El el ser humano alcanza la sabiduría a través de la diferenciación

El mundo descrito se ha convertido ahora en una realidad que debe abrirse de nuevo a la humanidad. Debe convertirse en una realidad habitada a través de la experiencia y el conocimiento. En muchos aspectos, ésto no es nuevo porque muchas personas conocen sus dinámicas desde dentro. Son los paisajes del alma que todo ser humano experimenta más o menos conscientemente. Son parte de su alma y lo llevan a lo largo de su vida.

El primer fiat divino de muchas historias de la creación, que marca el comienzo de la historia de la humanidad, produjo un espejo en el que los pensamientos de lo «incognoscible» pueden hacerse visibles. El poder de este particular espejo consiste en recoger los pensamientos y diferenciarlos cada vez más, permitiendo así que toda la diversidad de la creación divina se haga visible. Los paisajes anímicos conscientes e inconscientes, que surgen de la dinámica del alma, implican que ésta pueda olvidar su origen. Así, se entrega cautivo a su propia creación, aunque la luz de la que originalmente surgió sigue brillando, ha perdido el acceso directo a ella.

Los mitos han reflejado que el alma no es fácil de reconocer en su esencia. Es más como un camaleón que siempre adopta el color de su entorno. El manto en el que se envuelve el alma se hace visible. La dinámica para la realización, la diferenciación y el desarrollo, el espíritu detrás de los mundos del alma, en cambio, permanece invisible.

La dinámica en el giro del tiempo

Lo que estamos experimentando ahora mismo, en un momento de gran conmoción, es que el alma no solo viste diferentes túnicas o vestidos, sino que estos también parecen adherirse a ella. No le resulta fácil quitarse las prendas. A menudo es un proceso doloroso. En este momento, el ser humano está experimentando cómo sufre el fuerte cambio de nuestro planeta. No es capaz de reaccionar conscientemente a estos cambios para acompañar armoniosamente todo el proceso. Más bien, está tratando de detener el mundo, porque no puede quitarse el manto al que está acostumbrado. Así, el alma no tiene más remedio que crecer en el fracaso constante. El fracaso trae consigo una mayor experiencia y diferenciación de la conciencia y un refinamiento de la percepción. En el proceso, los límites de un mundo que ahora parece ilimitado y eterno vuelven a ser visibles.

Estos ciclos, que conducen a un desarrollo constante, no pueden ocultar el hecho de que el alma aún posee una segunda naturaleza. Como creación original de Dios, es eterna en su esencia como ser espiritual. Esto crea una tensión dolorosa, especialmente en tiempos de grandes cambios.

Solo puede superar el sufrimiento que surge, a través de la experiencia y la diferenciación. Así, después de un periodo de intensa experiencia, es capaz de liberarse del mundo en el que estaba atrapado. A menudo son los procesos dolorosos, que se asocian al fracaso, los que le permiten volver a crecer.

El alma crece en su fracaso

En el proceso de resolución, el alma pasa por diferentes fases que se desarrollan en el contexto en el que tiene lugar todo desarrollo. En última instancia, es un esfuerzo por recuperar la forma intangible original, una llamada al espíritu para liberarla. Al hacerlo, solo puede ser completamente lo que es en el momento. Actualmente está experimentando el mundo en su polaridad, envuelta en el manto de la materia. Y debe decidir constantemente. Una y otra vez, se enfrenta a una decisión de «o esto o lo otro». Después de una profunda experiencia de muchas vivencias, a menudo paradójicas, llega a un “ambos-también” y se separa de la materia en un “ni uno-ni otro”. De esta manera, tiene la oportunidad de conectarse completamente con el “sin nombre” y así recuperar su libertad original. Cuando también supera el «ni uno-ni otro», se vuelve uno con lo sin nombre -llamémoslo «espíritu»-, el núcleo de su ser.

 

Referencias:

[1] Alice Bailey, Tratado sobre los Siete Rayos, Association Lucis Trust, Ginebra 1993, p. 101 y ss.

[2] https://www.br.de/nachrichten/kultur/mind-upload-der-traum-von-der-unsterblichkeit,SFAykPl

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Fecha: diciembre 18, 2022
Autor: Heiko Haase (Germany)
Foto: Gerd Altmann auf Pixabay CCO

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