El arte nepalí es un arte religioso cuyo objetivo principal no es estético sino inspirador. La imagen es un medio para acceder a cierto estado de consciencia y no pretende ser una representación de la realidad o una decoración hermosa. [1]
A través de estas palabras acerca del que probablemente sea el templo más antiguo de Nepal, el templo Changu Narayan y el Distrito del Templo, la profesora de arte y religión nepalí Lydia Aran se presenta y expresa sus impresiones personales.
Durante la dinastía Malla (1201 – 1779) [2] , las condiciones económicas, políticas y sociales favorables llevaron a un gran desarrollo de la arquitectura, la escultura, la pintura y el trabajo con el metal (cobre y latón), así como la planificación urbana y la literatura. En ese momento, Nepal era prácticamente el valle de Katmandú, que se convirtió en un lugar ricamente decorado con templos y santuarios. Ya desde el siglo V -o algunos siglos antes, como algunos autores suponen- [3])
hay informes y evidencia arqueológica sobre el arte altamente desarrollado en el valle de Katmandú. Uno de los distritos de templos más antiguos del valle es Changu Narayan, dedicado al principio divino de Visnú. Junto con Brahma y Shiva, Visnú forma la trinidad hindú. Visnú es considerado como el constructor y sustentador del universo, y es adorado como el dios del Sol.
El distrito del templo de Changu Narayan está situado en una colina cerca de la ciudad de Bhaktapur, que significa “ciudad de los devotos.”
El templo principal es una pagoda de dos pisos. Tiene una larga historia de construcción, destrucción, incendios, reconstrucción y renovación. El templo ya fue mencionado en una inscripción en el patio del mismo, que data del año 464, con la observación de que el templo fue renovado y ampliado en ese año [4] De esto se puede concluir que Changu Narayan ya estaba construido en el siglo I o II. El distrito del templo está mitológicamente relacionado con el origen y la historia del valle de Katmandú [5]
El templo en sí está rodeado de diferentes edificios, de lo que resulta un patio cuadrado, varias esculturas, templos más pequeños y santuarios, que reflejan la larga historia del templo. Después de entrar por la puerta oriental, el visitante se encuentra en otro mundo, un mundo de paz y serenidad, abrumado por la belleza del templo y los diferentes santuarios. El complejo sufrió graves daños durante el terremoto de 2015, pero ahora se está reconstruyendo lentamente. A pesar del actual ritmo de reconstrucción, aún se siente claramente la serenidad del lugar.
La descripción del templo y su significado mitológico en la creación del Valle de Katmandú va mucho más allá del alcance de este artículo. Solo examinaré el significado de dos esculturas: las de las encarnaciones de Visnú en forma de Vamana y Krishna y las historias asociadas a ellas . [6]
Visnú Trivikranta, Visnú de los tres pasos, Changu Narayan, Nepal.
La escultura con el nombre de Visnú Trivikranta (Visnú de tres pasos) representa la encarnación de Visnú, llamada Vamana, su cuarta encarnación. La estatua original, del año 464, se conserva en el Museo Nacional de Arte. Una copia (del siglo VIII) se encuentra en el distrito del templo Changu Narayan. Esta escultura puede ser fácilmente pasada por alto, puesto que apenas mide unos 80 cm. Está integrada en un marco de ladrillo discreto que se supone la protege del robo y la destrucción. El significado religioso y místico de la escultura todavía está vivo hoy, como muestran los sacrificios diarios de los creyentes.
Cómo fueron desterrados los demonios
El relieve finamente cincelado muestra cómo Visnú (en forma de Vamana), abarca todo el mundo con un solo paso. Debajo del gran paso, se presenta nuestro mundo; encima del paso está el mundo de los dioses. De esta escultura, se cuenta la siguiente historia: el rey de los demonios, Boni, había extendido su poder hasta el punto de gobernar todo nuestro mundo. Un día se sintió lo suficientemente fuerte como para tratar de someter también el mundo de los dioses. Los dioses se preocuparon y fueron a pedir ayuda a Visnú, conservador del mundo y el universo. Visnú prometió disuadir a Boni de su plan. Tomó la forma de un enano (Vamana) y fue hacia él. Sumiso, le pidió un favor. Boni, el gran gobernante del mundo, prometió al enano el cumplimiento de su deseo. El enano le pidió que le diera un pedazo de tierra que pudiera rodear con tres de sus pasos. Boni se rio de esta simple petición y se la concedió. Tan pronto como la solicitud le fue concedida, Visnú, -que había asumido la forma de enano-, recuperó su forma divina. Creció y creció de modo que, con el primer paso, abarcó todo el mundo. En el segundo, incluyó todo el mundo de los dioses. Luego, con el tercer paso, empujó al rey demonio Boni al inframundo. Con esto, Visnú liberó nuestro mundo y protegió las moradas de los dioses del ataque de los demonios. De ese modo, el mundo volvió a ser pacífico y feliz, y también el mundo de los dioses recuperó su armonía.
Sin conocer esta historia, durante mi primera visita me atrajo el discreto marco de ladrillo y la escultura amurallada. Visnú, el conservador del mundo, abarca todo el universo visible e invisible con un solo paso, desde la profundidad del mundo transitorio hasta el mundo de los dioses. ¿Nos muestra esta escultura el camino para superar este mundo de limitaciones y contrastes, camino que tan a menudo buscamos? Cuando me contaron la historia del rey demonio, involuntariamente tuve que pensar en el Antiguo Testamento y en la batalla entre Lucifer y el arcángel Miguel (Isaías 14: 12-14). ¿No podría ser esta escultura una indicación de la superación de la separación y de la muerte de este mundo? En el hinduismo, Visnú siempre está presente como ayudante y como conquistador del mundo transitorio. En esta figura, Visnú exhibe sus atributos mágicos (disco, caracola, flor de loto, un garrote), muy por encima de sí mismo, como un signo de victoria sobre los demonios. La figura irradia así comodidad, seguridad y alegría. El cambio de enano a sustentador del mundo físico y espiritual quiere sugerir que todo ser humano es un enano, pero que, a través de y en Visnú, puede vencer a los demonios en sí mismo y en el mundo.
Incluso hoy muchos nepaleses e indios rezan a Visnú cuando se ven perseguidos por la desgracia y los golpes del destino. Le piden que envíe al inframundo a los demonios, que podrían estar detrás de estos eventos, y así ser salvados de más desgracias.
(continúa en la Parte 2)
[1] Lydia Aran: Art and Religion in Nepal; http://users.skynet.be/ragini_art/Symbolic_essay/art_and_religion_in_nepal.htm
[2] Dinastía Malla: http://www.viajepornepal.com/nepal/historia/malla.html
[3] Jeff Lidke: Vishvarupa Mandir, A study of Changu Narayan, Nepal’s most ancient temple; Nirala Publications, New Delhi, 1996
[4] Ibid., pp. 87-88
[5] Ibid., pp. 51–62
[6] El hinduismo sabe de 10 encarnaciones de Visnú. Estas encarnaciones tienen lugar siempre al comienzo de un nuevo período cósmico (Yuga). Entre las encarnaciones están Rama, Krishna y Gautama Buda. La décima, o última encarnación de Visnú, llamada Kalki, aún está por llegar. (ver también Ibíd., pp. 114-124)