La reflexión sobre el niño y el ser humano se puede combinar con la observación de la planta. Está incrustada en el todo, prosperando en el suelo y girando hacia el sol. La plántula se despierta interiormente a la vida en el momento apropiado. El tiempo y las condiciones adecuadas, el agua y la luz son los factores del despertar. La plántula produce un brote que se ancla hacia abajo, hacia el núcleo de la tierra. Entonces el tallo sigue hacia arriba, hacia el mundo y la luz. La planta produce hojas y gradualmente una flor dispuesta a la polinización para producir un fruto y otra buena semilla. La semilla es buena cuando la vida de la planta también lo es.
Quizás no haya generación en la historia moderna que no haya pensado en la mejor manera de transmitir el tesoro del conocimiento a sus hijos y descendientes. Muchas preguntas se trasladan a nuestros días, cuando las formas de vida han cambiado tan rápidamente. Preguntas que son pertinentees hoy, y ahora mismo.
¿Cómo educar a a las nuevas generaciones?
¿Cómo combinar la teoría con la práctica?
¿Hay algún método para facilitar todo esto?
¿Qué tipo de escuelas, clásicas o alternativas?
¿Podemos esperar que tanto mujeres como hombres quieran dedicarse a la enseñanza?
Y a los niños y niñas, ¿les gusta ir a la escuela?
¿Tienen buenos recuerdos de sus años en la escuela?
¿Salen de la escuela con una sensación de “saber”?
Un joven pasa bastantes años en la escuela. Unos trece. A veces cuatro o cinco años más. De vez en cuando nace una persona de espíritu dotado y carácter amoroso, que inspira un renacimiento en la educación. La República Checa tenía tal genio, que es conocido en todo el mundo. Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y su obra es tan vasta que incluso después de 400 años no todo ha sido traducido del latín al checo.
Jan Amos (nombre que significa fuerte) Comenius dedicó gran parte de su obra a los niños y jóvenes. Las ideas atemporales son fácilmente separables de los tópicos de la época. De hecho, a menudo escribe de manera concreta y no solo de manera abstracta y filosófica.
Profundicemos, por tanto, en ideas cuyo poder aún hoy es evidente y cuya relevancia puede estimularnos, sorprendernos gratamente y, a menudo, hacernos preguntar si algo debería reconsiderarse. Ideas que son más un “modelo de ser” que un pensamiento contemporáneo.
Jan Amos ve al ser humanio integrado en el conjunto de la vida. Sí, podemos decir audazmente -en la totalidad de las más altas correspondencias posibles- en el campo divino de la vida. Él mismo dice: “Lo espiritual está primero en mí, y de ahí viene lo pedagógico”. Sus ideas no pueden separarse del examen constante del pequeño todo-ser humano en relación con los grandes todo, con la sociedad, con la tierra, con el mundo, con Dios. “Porque la educación significa el conocimiento de la verdad, y si todos los seres humano adquieren la verdad, pierden la base para todas las disputas”[1].
Aquí la pansofía jugaría un papel central, como educación que lleva al ser humano a una idea competente del mundo, de la sociedad y de Dios. Facilitar la educación para que las facultades humanas de intelecto, de razonamiento y sentimiento se conviertan en “juego” fue uno de los objetivos. La educación debía hacerse más agradable, más fácil, más rápida y con el menor esfuerzo. Nos enfrentamos con la idea de Pampaedia, es decir, educación universal para todos.
Por nuestro nacimiento nos convertimos en habitantes de este mundo y estamos aprendiendo desde el primer instante, inconsciente y conscientemente. Así como una casa con buenos cimientos se mantendrá bien incluso frente a la agitación, así como un árbol con raíces bien establecidas es sólido, así también una persona a la que se le dan buenos cimientos y una base en la “escuela de la infancia” , es decir, la Schola infantiae, o Informatorium maternum, está equipada con una “buena base” para los próximos pasos en la vida.
Educar es “formar” (gestalten). Expresión que también utiliza ampliamente Rudolf Steiner en su Antroposofía. Tanto la pansofía como la antroposofía tienen en sus términos una referencia a la sabiduría: sophia. Ser Humano y sabiduría van juntos. Por lo tanto, nos enfrentamos a la pregunta: ¿Se puede enseñar sabiduría alser humano? ¿Puede desarrollarse en él como un capullo en una flor? ¿O la trae a sí mismo como un talento propio?
El hombre de la Pampaedia se educa en ocho escuelas:
la escuela de nacimiento
la escuela de la primera infancia
la escuela de la infancia
la escuela de la adolescencia
la escuela de la juventud
escuela de la edad adulta
escuela de la vejez
escuela de la muerte
En todas las etapas de la vida, el ser humano puede recibir conocimiento, avanzar más, comprender más, adquirir sabiduría y otros valores. En una época como la nuestra, en la que como sociedad humana nos enfrentamos a olas de enfermedades, desintegración de formas, guerras, hambre y amenazas que azotan a toda la humanidad, no hay razón para cejar en el empeño. A menudo, sobre los escombros crece una flor hermosa y fragante.
Sirva este artículo para reflexionar sobre lo que tiene sentido en cada época, quién es el ser humano, cuál es su potencial, que sirva de apoyo a quienes confían en que aún podemos adquirir sabiduría, caminar conscientemente por la vida con claridad de esfuerzo, y todo esto se reflejará luego en beneficio de quienes, con nosotros, están aquí como seres jóvenes.
Referencias:
[1] Komenský, Jan Amos: Informatorium školy mateřské [Escuela de la infancia].